Valoración y creación de valor

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Valoración de empresas

Una empresa, al igual de casi cualquier activo, no tiene un valor único. De hecho, nunca se puede hablar de valor de mercado o de valor razonable sin más.

El valor de mercado siempre está asociado a lo que se llaman las premisas de valor, la principal de las cuales es  ¿para quién? Si estudiamos el valor de una empresa, lo primero es responder: ¿en manos de quién?

Por ejemplo, en el caso de una compra-venta, lo normal es que el valor para el comprador sea mayor que el valor para el vendedor.

Por eso se hace la transacción. Porque es buena para ambos:

  • El vendedor prefiere lo que recibe en la venta a la empresa que vende, es decir, lo que recibe tiene más valor que la empresa -en ese momento y en esas condiciones-.
  • Y al comprador le pasa algo equivalente: prefiere la empresa al precio que le cuesta

En general, de una empresa se suelen valorar dos partidas:

  • el activo neto de operación, que es todo el activo que sirve para la explotación menos el pasivo de proveedores y otras deudas sin coste explícito
  • y los fondos propios,
  • donde: el segundo es igual al primero menos el pasivo bancario y otros pasivos con coste explícito

Habitualmente se utiliza el descuento de flujos de caja libre para valorar el activo neto de operación y a éste se le resta el pasivo con coste para llegar al valor de los fondos propios, es decir, al valor del capital, que será sujeto de una venta, total o parcial, o de una ampliación.

Por otro lado, no hay que olvidar que los principales drivers del valor son:

  • el crecimiento y el riesgo del sector (que suele ser función de la posición frente a clientes, proveedores, nuevos entrantes y productos sustitutivos)
  • la posición competitiva de la empresa en el sector, que definirá su crecimiento y la solidez (y el riesgo) de su proyección futura
  • en suma, la capacidad a futuro de la empresa de generar beneficio en forma de caja

En un estudio de valor de empresa es tan importante la cuantificación de las proyecciones, como el análisis del sector (su crecimiento, sus márgenes, sus previsiones de evolución) y de la compañía en él (es lo que justifica y da sentido económico a las proyecciones).
 
En cada sector hay una historia de transacciones recientes que dan un valor promedio del activo neto de operación, en forma de multiplicador de Ebitda (beneficio antes de intereses, amortizaciones e impuestos), multiplicador de facturación o de cualquier otra variable específica de producción (toneladas anuales...)

Cuando se compara un valor de empresa con los multiplicadores del sector, no hay que olvidar los elementos específicos que pueden originar diferencias sustanciales: sobre todo, su posición competitiva y su crecimiento proyectado razonablemente:

  • Dentro de un sector, una mejor posición competitiva, implica más facturación y/o mejor margen, menos riesgo y, por tanto, menor tasa de descuento de los flujos, o lo que es lo mismo: más valor.
  • Por otro lado, a más crecimiento proyectado, más valor.
Arcus Value Consulting

Un caso de valoración de empresa:

El caso de una ampliación de capital sobre un valor de empresa alto...

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