Gestión de deuda
Generalmente, se reestructura la deuda existente por varias razones:
- no se puede hacer frente a los pagos o se prevé que, en determinados escenarios, no se podrá
- los flujos de generación de cash y de pago de deuda podrían acompasarse mejor
- el coste de la deuda es optimizable
- las garantías son optimizables
Y en ocasiones se amplia la deuda existente porque:
- se cambia la estructura de pasivo
- o se quiere apalancar el crecimiento, ya sea éste orgánico o por vía de adquisición
Si bien es válida la máxima financiera de todo el pasivo financia todo el activo, no es menos cierto que la gestión es mejor cuanto más acompasados estén los flujos de generación de liquidez de cada activo con los pagos del ‘pasivo que los financia’
Por último, cuando se trata de optimizar costes y/o garantías, no hay que olvidar que forman parte de una negociación, en la que, como en toda negociación, son muy importantes, por una parte, las alternativas reales de las que se disponga y, por otra, el nivel de riesgo del negocio.
No hay que olvidar tampoco que, tanto el coste de la deuda, como las garantías están asociados al nivel de riesgo de la explotación, tanto en lo referente a la solvencia de la compañía, como a su capacidad de devolución de capital e intereses.
La gestión de la deuda requiere, antes de iniciar el proceso de negociación, un diseño que incluya:
- un análisis muy sintético de la compañía, su historia reciente, su situación actual y su plan de negocio
- un análisis de la solvencia y de la capacidad de devolución, tanto en valores absolutos, como en términos de los coeficientes habituales utilizados en el análisis bancario
- un planteamiento que cumpla los objetivos de la compañía y pueda ser admisible por los bancos
Como es sabido, siempre es mucho más fácil negociar con tiempo que hacerlo cuando existe urgencia.
Un caso de gestión de nueva deuda a partir del stock:
El caso es el del stock de producto acabado de una joyería ...
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