Soporte al consejo de administración

Las funciones principales que podemos asumir en un consejo de administración son:

• El diseño del propio consejo, cuando no existe previamente o se somete a cambios sustanciales por la entrada de nuevo capital
• El soporte a la definición de la información a presentar
• El soporte a la toma de decisiones del consejo, aportando una visión desde fuera del sector. Lo más habitual es que la mayoría de consejeros sean profesionales del sector y la perspectiva de alguien que mira la compañía con distancia suele enriquecer los debates y las tomas de decisión
• El soporte frente a conflictos entre socios, ya sea por diferencias de planteamiento del negocio o por la confrontación de los distintos intereses particulares

Respecto al diseño del consejo, cuando hay que crearlo o hay que modificarlo por la entrada de nuevo capital, es importante:

• que las normas que lo regulan se contemplen en el pacto entre socios que se firma de forma simultánea a la ampliación de capital
• que tenga en cuenta la composición futura, si se prevén más ampliaciones

Respecto a la información a presentar al consejo, es importante:

• que en los estados financieros y la información de gestión se vean las cifras clave del negocio, sea cual sea la frecuencia con la que se presenta
• que la información de soporte a las decisiones concretas esté convenientemente documentada

Respecto a la toma de decisiones y a la posición en los conflictos, es importante que el asesor de corporate:

• Actúe con criterio, es decir, intentando que las decisiones tengan sentido económico a corto y medio plazo para la sociedad
• Actúe con equidad, es decir, entendiendo las distintas posiciones en caso de conflicto de opiniones o de intereses, intentando generar soluciones razonables y prácticas
• Actúe con independencia y ética, es decir, teniendo como único objetivo el bien de de la sociedad Lo más habitual es que esté en el consejo por encargo de un grupo de socios, ya sea éste el grupo promotor o un nuevo socio y, lógicamente, con él tiene una relación más estrecha.

Pero ello no debe ser óbice para que defienda de forma prioritaria a la sociedad, frente a intereses particulares en conflicto con los de ella.