Valoración de maquinaria y otros activos
La maquinaria e instalaciones industriales suelen valorarse principalmente:
- Porque se va a asegurar o renovar el seguro
- Porque se va a realizar (o ya se ha realizado) una compra-venta en una operación vinculada, en una transacción subvencionada o en cualquier otra circunstancia que requiere justificación de valor.
- Porque se está estudiando comprarla o venderla
- Porque ha sido objeto de un daño emergente
- Porque forma parte de una transacción global por un precio único, que hay que repartir, para dar valor contable a cada uno de los componentes de la transacción
- Porque se mejora el sistema de gestión de inmovilizado
En estos proyectos, Arcus lleva a término la selección del valorador/es con la expertise adecuada y desempeña las funciones de dirección del proyecto, sin que ello comporte mayor coste para el cliente que el que hubiera tenido al contratar directamente a los especialistas.
El para qué de la valoración determina las premisas de valor con las que se realizará y la metodología o metodologías a emplear.
En la valoración de maquinaria se utiliza generalmente:
- El coste de reposición a nuevo (en ocasiones –raras- es el coste de reproducción) o lo que es lo mismo: qué costaría un activo con las mismas prestaciones que es objeto del estudio, a la fecha de valoración
- la vida económica útil natural del activo
- y la vida económica restante que aún le queda, a la fecha de la valoración
- así como el precio en el mercado de segunda mano
Nótese que lo que costó una máquina es una referencia indirecta del coste de reposición y lo mismo le ocurre a la fecha de adquisición: es una mera referencia para la estimación de la vida restante.
La diferencia entre vida económica restante y vida contable restante puede parecer sutil, pero, a veces, es importante. (Véase el caso de la compañía cementera que hizo un lease-back sobre activos con valor contable nulo)
El método del coste también pone énfasis en uno de los principios fundamentales de la valoración: Las cosas valen, no por su historia, sino por su futuro. (La historia describe una trayectoria, apunta cómo será el futuro, pero el valor depende de éste último)
En relación a la gestión de inmovilizado, cabe notar que:
- Respecto a los activos del sistema de gestión hay un regla de oro:
- “Deben poder identificarse paseando la planta,
- de tal forma que todo activo físico de la planta pueda encontrarse en el sistema
- y todo activo del sistema pueda encontrarse en la planta”
- Respecto a sus características debe ser sencillo y completo, para lo cual los activos unitarios a gestionar:
- deben estar ordenados por tipología, localización física y centro de coste
- deben estar agrupados de forma homogénea: no tiene sentido tener activos del mismo tipo, a veces agrupados y otras, individualizados)
- los criterios de agrupación deben tener sentido económico y permitir la gestión: no tiene sentido controlar individualmente activos de bajo valor o tener individualizados activos que no lo requieren (en AENA el sistema de pantallas de TV para información a pasajeros son un sólo activo físico por aeropuerto)
- cada activo físico debe estar asociado a su vida contable, de tal forma que en el sistema se pueda hacer el camino: desde la factura de inmovilizado >> al elemento contable sujeto de amortización >> al activo físico. Y también el camino contrario.
- Respecto al software a utilizar:
- en la mayor parte de compañías industriales, en las que existe un ERP (software de gestión integrada) y la amortización y el mantenimiento no tienen un peso económico preponderante, lo normal es usar con habilidad el módulo de gestión de inmovilizado del propio sistema global
- en compañías intensivas en inversión fija (aeropuertos, utilities,....) es muy conveniente tener un software específico, que permita cubrir las necesidades de una gestión que es fundamental en la compañía
Un caso de valoración de maquinaria:
El caso es el de un lease-back sobre unos activos de valor contable nulo...
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